Para los no católicos, este ha sido un momento de regresar a nuestras raíces puesto que todos tenemos antepasados cercanos con tradición cristiana. Sin embargo, nos hemos dado cuenta, que por esta misma razón, nuestros sistemas de creencias comparten muchos principios con el cristianismo (al igual que con el judaísmo, islamismo, hinduísmo y budismo).
Quizás no compartamos los principios dogmáticos; sin embargo las costumbres que involucran a la ética y al civismo tienden a ser muy parecidas. Es decir, no tenemos las mismas tradiciones pero si buscan/buscamos lo mismo todas: La construcción del ser y por ende de la sociedad y el mundo.
El sicretismo religioso esta a la vuelta de la esquina; quizás no como la unificación de un solo sistema global que domine. Nos referimos a la convivencia sana y constructiva entre habitantes del mundo con pobladores que, aunque se denominen de diferente grupo, sean capaces de superar esas diferencias y buscar una sociedad más justa.
Como equipo hemos llegado a la conclusión de que toda religión es compatible con cualquier sistema de creencias y vice versa. Todas comparten la misma escencia; negar dicho principio solamente ha traido dolor y muerte al planeta. Históricamente han convivido por milenios, el profundo sincretismo es innegable y es hora de vivir a sabiendas de ésto y obviar estas diferencias, muy a pesar de los errores y males que algunos seres humanos estén cometiendo.
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